vista del ruinoso edificio del molino, sobre el que tantas promesas se han hecho. Sin embargo, todo sigue igual. |
Un menor de 12 años identificado como Pablo
Damián Bruno, perdió la vida trágicamente en las ruinas del edificio del ex
Molino Werner, que depende de la municipalidad de Santa Rosa. El chico practicaba parkour,
una disciplina que consiste en moverse con pasos, saltos y acrobacias sobre
todo tipo de superficies.
A partir del doloroso episodio, comenzó la extraña trama de las
responsabilidades, ya que según se supo, un cuidador del lugar habría ordenado
al chico que se bajara de la torre en que se encontraba y luego escuchó el
ruido de la caída. El edificio está administrado por la municipalidad de Santa
Rosa, que prometió reciclarlo y convertir el lugar en un centro cultural y un
mercado, pero desde hace meses que eso no son más que declamaciones, ya que el
lugar, ni siquiera fue cercado para evitar el ingreso de la gente.
Sin dudas la improvisación y los “proyectos” teóricos que no convencen
ya a la población, quedarán en ruinas, como es el estado de la actual construcción,
que para ponerla medianamente en marcha, requiere una inversión millonaria.
Mientras tanto, más allá de los anuncios y las fotos de los supuestos
“adelantos”, no dejan de ser simplemente recuerdos de promesas incumplidas,
pero que ahora, cargan una pesada herencia: la responsabilidad por la muerte de
un niño.
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